Pleno del Congreso de los Diputados, 11 de septiembre de 2007
La señora VICEPRESIDENTA (Calvo Poyato):
Por el Grupo Parlamentario Popular tiene la palabra
el señor Fernández Díaz.
El señor FERNÁNDEZ DÍAZ: Muchas gracias,
señora presidenta.
Hoy, que es 11 de septiembre, no de 1714 sino
de 2007, creo que por lo menos podemos ponernos de
acuerdo en que Felipe V no es el responsable del caos de
las infraestructuras en Cataluña ni de que no se cumpla
el nuevo Estatuto. Tengo que reconocerles, señorías,
como diputado por Barcelona, que tengo una cierta fatiga
de estar hablando de competencias, de transferencias, de
cumplimientos, de incumplimientos, cuando después, en
el día a día, en la gestión de las competencias vemos la
situación dramática por la que ha atravesado el normal
funcionamiento de los servicios públicos básicos y fundamentales
para la comunidad, como son la electricidad,
las autopistas, los servicios de Cercanías de Renfe, el
aeropuerto en Barcelona, en los últimos meses, y que ha
afectado a centenares de miles de usuarios, de viajeros,
de ciudadanos. Mientras tanto nosotros estamos hablando
aquí del nuevo Estatuto y de la autodeterminación para
el año 2014. Luego tendremos que reflexionar por qué
en las elecciones municipales de Barcelona la participación
no llegó al 50 por ciento o por qué, después de estar
hablando durante meses y meses de un nuevo Estatuto y
sobre si Cataluña es o no una nación, la participación en
el referéndum para aprobar el nuevo Estatuto de Autonomía
de Cataluña tuviera un porcentaje de apoyo inferior
en un 20 por ciento al que tuvo el anterior Estatuto
de Sau. Por cierto, que hablamos del Estatuto de Nuria o
Estatuto de la República, hablamos del Estatuto de Sau
y sabemos de qué estatutos hablamos, a lo mejor tendremos
que hablar del Estatuto del señor Zapatero o del
Estatuto de La Moncloa, pero lo cierto es que la legitimidad
que tiene —que democráticamente no se la cuestiono,
faltaría más—, desde el punto de vista de auctoritas,
es descriptible absolutamente.
Uno de los puntos sustantivos de esta moción de
Convergència i Unió quiere poner de manifiesto el
incumplimiento de las previsiones estatutarias. De una
manera muy singular, no exclusiva, habla de la disposición
adicional tercera, que todos sabemos que era uno
de los ejes fundamentales que motivaron el acuerdo
político que dio lugar a la aprobación de este Estatuto.
Sinceramente, me sorprende escuchar al representante
del Grupo Mixto, señor Rodríguez, del BNG, decir que
va a apoyar esta moción que trae este punto de reivindicación,
cuando esta mañana ha impedido que viniera el
presidente del Gobierno a la Cámara para informar en
un debate monográfico en Pleno sobre el cumplimiento
efectivo del Estatuto de Autonomía de Cataluña en estas
materias. Si hubiera votado el señor Rodríguez esta
mañana en coherencia con lo que ha dicho que va a votar
aquí ahora, vendría el presidente del Gobierno en un
debate monográfico en Pleno para hablar de estas cuestiones.
De esa discusión surgiría la luz acerca de si se
está cumpliendo o no se está cumpliendo el Estatuto.
Esta hipocresía, este fariseismo político que está dominando
este debate es el que nos lleva a decir que estamos
ciertamente fatigados de que hablando de competencias
no hablemos de la gestión de las que se tienen, y
hablando de competencias no hablemos de la incompetencia
en la gestión de los servicios públicos que se
tienen transferidos o que no se tienen transferidos, según
se trate de la Administración de la Generalitat o de la
Administración del Estado.
Estamos hablando de cuestiones que tienen mucho
que ver con el proyecto de la España plural del señor
Zapatero, que tenía en el nuevo Estatuto de Cataluña su
columna vertebral, como sabemos todos los que estamos
en esta Cámara y mucha gente más que no está en esta
Cámara también lo sabe. Si esos nuevos estatutos
—especialmente los de nueva generación y el Estatuto
de Cataluña de forma paradigmática— tenían que servir
para cohesionar mejor España, hoy vemos que en el País
Vasco su lehendakari dice que quiere plantear un referéndum
de soberanía o de autodeterminación para el
año 2009 o que el número dos del Gobierno de la Generalidad
de Cataluña plantea un referéndum de autodeterminación
autodeterminación
para Cataluña para el año 2014. Luego, si por
sus frutos los conoceréis, la España plural está dando
unos frutos, sin duda, de mayor cohesión. Parece que
algunos quieren ir no al Estado de las autonomías y a
perfeccionar el Estado de las autonomías, sino al Estado
de las soberanías, que sin duda no es el modelo definido
en la Constitución. Insisto en que comprendo que
algunos soberanistas o independentistas defiendan ese
modelo, pero lo que no es asumible es que otros que se
definen constitucionalistas y que en todo caso tienen
responsabilidades, como el presidente del Gobierno, para
defender y hacer cumplir la Constitución, impulsaran
estatutos que estamos esperando que el Tribunal Constitucional
diga de una vez por todas —creo que eso sí se
debe exigir— si ese Estatuto es o no es compatible con
la Constitución.
Señores de Convergència i Unió, con toda cordialidad,
en el año 1980 un Gobierno de UCD desarrolló mucho
mejor el Estatuto de Sau, y cuando nosotros gobernamos,
con el apoyo de ustedes, el antiguo y buen Estatuto de
Sau también lo desarrollamos muy bien. Termino diciéndoles
que una institución que ustedes reivindicaban que
comenzaría su desaparición, desde el punto de vista del
Estado de las autonomías, los gobiernos civiles, se hizo
con un Gobierno del Partido Popular; la corresponsabilidad
fiscal con capacidad normativa se hizo con un
Gobierno del Partido Popular, apoyado por ustedes,
ciertamente; la transferencia de una competencia que
estaba excluida expresamente del ámbito estatutario,
como era el control del tráfico en las carreteras catalanas,
mediante una ley delegación del artículo 150.2, se
aprobó esa ley orgánica y esa competencia en estas
Cortes Generales con el antiguo estatuto; las transferencias
de las políticas activas del INEM las hicimos
gobiernos del Partido Popular apoyados por ustedes con
el anterior estatuto; la gestión de los puertos de interés
general, lo mismo. Y así podría continuar. ¿Qué quiero
decir con eso, señorías? Que no es un problema de Estatuto;
que el nuevo Estatuto, desde nuestro punto de vista,
ha sido políticamente una operación fracasada para
Cataluña, y con estas competencias que sucintamente he
recordado que hicimos en épocas anteriores les quiero
poner de manifiesto que la mala operación del nuevo
Estatuto de Cataluña —por fiarse ustedes políticamente
del señor Zapatero— ha llevado a que en estos momentos
sigamos debatiendo si eran galgos o si eran podencos, si
se cumple o no se cumple el nuevo Estatuto. Desengáñense,
señorías, no era necesario eso.
La señora VICEPRESIDENTA (Calvo Poyato):
Señor Fernández, vaya terminando.
El señor FERNÁNDEZ DÍAZ: Era necesaria una
persona con palabra y voluntad política para hacer lo que
el desarrollo del Estatuto y de la Constitución exigían,
y eso es lo que hicimos juntos, en otros momentos,
ustedes y nosotros.
Muchas gracias, señora presidenta. (Aplausos.)
La señora VICEPRESIDENTA (Calvo Poyato):
Gracias, señor Fernández Díaz.
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado:
votos emitidos, 291; a favor, 16; en contra, 268; abstenciones,
siete.
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