Congreso de los Diputados. Comisión de Interior, 6 noviembre 2007
La señora PRESIDENTA: Le corresponde ahora el turno al portavoz del Grupo Parlamentario Popular. Tiene la palabra el señor Fernández.
El señor FERNÁNDEZ DÍAZ: Empiezo, señor ministro, señor Rubalcaba, por donde usted acabó su intervención. Usted ha hecho una intervención que ya hubiera deseado yo que hubiera sido la que realizó, por ejemplo, el pasado 1 de noviembre en su rueda de prensa como ministro del Interior para hacer una primera valoración de la sentencia evacuada por la Audiencia Nacional el día anterior, y que también hubiera mantenido ese mismo tono institucional de hoy -de consenso, de búsqueda y recuperación de la unidad en la lucha antiterrorista- no solo durante los días 11 al 14 de marzo de 2004, sino en los tres años y medio que desde entonces a aquí han mediado. Usted ha dicho que desearía que los grupos que estamos aquí representados diéramos por cerrado el debate hoy, que todos acatáramos la sentencia, que miráramos hacia delante y que, en el espíritu y la letra de la última de las recomendaciones aprobadas por la comisión de investigación, recuperáramos la unidad en la lucha antiterrorista para que el 11-M no se vuelva a repetir. Tengo que reconocer que in vitro, si hiciéramos abstracción del tiempo, su intervención de hoy habría avalado realmente ese deseo, porque ha hecho una intervención técnica, ni siquiera política, sin que el calificativo de técnica tenga ninguna connotación peyorativa; usted me entiende perfectamente, señor Rubalcaba. Pero les tenemos que decir a ustedes, que ahora les gusta tanto hablar de memoria histórica, que la historia no empieza ni acaba hoy, día 6 de noviembre, en esta Comisión. Tenemos muchos antecedentes como para que -por decirlo con toda sinceridad y claridad- nos fiemos de su buena voluntad, no personal sino política, y de su buena fe política y de la del Gobierno al que usted representa y que preside el señor Rodríguez Zapatero. ¿Por qué digo eso? En primer lugar, porque estamos hoy aquí por una petición de comparecencia de Izquierda Unida para hablar presuntamente -si quiere, realmente- de lo que ha hecho el Gobierno para cumplir las recomendaciones que acordó la Comisión de Investigación del 11-M. Por cierto, conclusiones desde las que, si no recuerdo mal, han pasado dos años y pico, puesto que se cerraron el 14 de julio de 2005. Casualmente presenta esa petición de comparecencia cinco días antes de que se conozca la sentencia, es calificada la víspera y a los seis días está usted aquí. Fantástico. No dudaría de su buena fe política si las 94 peticiones de comparecencia, 74 de mi grupo y 20 de otros grupos, que llevan meses y años esperando a ser respondidas -no digo con la misma celeridad pero con alguna celeridad- hubieran sido similares a la que nos ocupa en este caso. Por tanto, tengo que decir, señor ministro, con todo el respeto personal pero con toda la claridad que el caso exige, que nos suena una vez más a respuesta a la tesis, a la doctrina, que hoy vemos en los periódicos que lanza el señor presidente del Gobierno: Zapatero insta a polemizar solo si el PP no se calla. Usted hace una primera intervención de perfil muy plano, muy institucional, apelando mucho a la unidad, y deja ya que el fuego amigo se dedique a hacer el trabajo sucio. Esquerra Republicana -digo Esquerra Republicana porque es su socio; el señor Rodríguez Zapatero fue investido presidente con los votos de Esquerra Republicana de Cataluña; por no decir, además, que ustedes mantienen un pacto de hierro y del Tinell en Cataluña- ha hablado del Gobierno de José María Aznar que mintió, ha recordado que exigieron responsabilidades políticas, ha aludido a quienes -por nosotros, claro- mintieron durante tres años, ha aludido a la teoría de la conspiración que nosotros urdimos, ha aludido a la supuesta libertad de expresión que ampara la yihad mediática; manda narices, con perdón, cuando resulta que la libertad de expresión ampara para ese mismo grupo político la quema por ejemplo de banderas y de retratos de los reyes. Izquierda Unida ha dicho cosas, tengo que reconocer, menos fuertes en la forma, pero igualmente duras en el contenido. PNV, que no es un socio estable, ha puesto el énfasis en las deficiencias clamorosas en la prevención antiterrorista y, hablando con tantas metas -metacultural, meta jurídica-como le gusta al señor Emilio Olabarría, ha estado aquí recordando los inmensos errores que la sentencia acredita que tuvo el Gobierno del Partido Popular en la prevención del terrorismo islamista.
Por cierto, lo que no me esperaba del señor Olabarría, dicho con toda cordialidad, es que le diera esa bofetada al diario El País diciéndole que algunos medios deben estar ofendidísimos porque la sentencia les ha dado una bofetada clamorosa a quienes habían avalado unas tesis que la sentencia ha denostado por completo. No me lo esperaba, sinceramente. Pensaba, señor Olabarría, que usted y su grupo iban en la crítica a otros medios pero no me esperaba que dijera eso del diario El País. Lo digo porque, efectivamente, lo de El Chino y la autoría intelectual lo comentaremos después.
Señor Rubalcaba, creo que queda claro que estamos hablando de política, que aquí todos somos personas que se supone que sabemos de lo que estamos hablando y en qué términos estamos hablando y le digo, con toda sinceridad, que si usted quiere de verdad que el espíritu y la literalidad de lo que ha dicho al acabar su primera intervención sea de aquí hacia delante, y eso es sincero, ahí nos encontrará. Porque eso es lo que dijo el presidente de mi partido, Mariano Rajoy, inmediatamente de conocida la sentencia de la Audiencia Nacional el pasado 31 de octubre. Ahora bien, si lo que pretenden es, insisto, utilizar a grupos afines como coartada para hacer ver que solo contestan porque nosotros replicamos, mientras simultáneamente en los días precedentes han estado preparando este escenario -en los días precedentes remota y más próximamente al 31 de octubre y con fecha inmediatamente posterior- para descalificar absolutamente al Partido Popular, sepa que ahí nos van a encontrar con toda serenidad, con absoluta tranquilidad, sin sacar los pies de la mesa, pero nos van a encontrar ahí. Sin ningún tipo de complejo, que lo tenga claro. Y lo van a ver hoy en mi intervención a continuación. Con todo respeto personal pero con toda claridad. Porque si de lo que se trata es de que, efectivamente como usted ha dicho, los españoles puedan acudir el próximo 9 de marzo a las elecciones generales en unas circunstancias distintas a las que se dieron el 14 de marzo del año 2004, nadie mejor ni más interesado que nosotros en que eso se dé. Supongo que lo entenderá y después le daré algún recordatorio de por qué digo esto. Pero, repito, con todo respeto, trátennos con respeto porque el tono de hoy de usted no tiene nada que ver con lo que está haciendo en general el Gobierno y con lo que ha hecho usted en particular en los últimos días y no hace tan pocos días. Por ejemplo, el día 31 de octubre como sabemos la Audiencia Nacional dictó sentencia. Inmediatamente hubo una declaración institucional del señor presidente del Gobierno. No era nueva porque ya en fecha más antigua, concretamente, por ejemplo, el 18 de febrero de 2007, estando en Vitoria dijo que: como presidente del Gobierno expreso mi máxima confianza en las instituciones de este país, comentando el juicio del 11-M. Eso era el comienzo de una serie de mentiras del Partido Socialista. Sí, porque él mismo -Presidente del Gobierno y Secretario General del Partido Socialista- en diversas intervenciones y junto con usted, señor ministro del Interior, señor Rubalcaba -como ministro de Interior y antes como portavoz del grupo socialista-, la propia vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, el ministro de Justicia, señor Bermejo, o el señor Blanco, del Partido Socialista, se han encargado de llenar el tiempo de declaraciones, no solo durante el desarrollo del juicio oral sino también incluso una vez finalizado este, absolutamente injuriosas, calumniosas y falsarias en relación con el Partido Popular. Por ejemplo, el señor José Blanco el 17 de octubre pasado, hace veinte días, dijo: Cuando se conozca la sentencia Mariano Rajoy tendrá que pedir disculpas por las infamias que, a su juicio, ha hecho el PP. El 11 de septiembre en el Congreso, el presidente del Gobierno dijo que esperaba una sentencia contundente y el ministro de Justicia dijo en junio que los españoles tendrán que elegir entre la sentencia y la teoría de la conspiración y que la sentencia traerá claridad oficial frente al juicio paralelo y virtual. Todo lo peyorativo, toda la connotación negativa, toda la descalificación es evidente que siempre, implícita o explícita, era respecto del Partido Popular. Usted mismo, señor ministro, el 15 de febrero de 2007 -este año-, en Bruselas afirmó que el juicio permitirá salir al paso de las insidias y fabulaciones que se han hecho sobre la investigación.
El presidente del Gobierno, el 22 de abril, dijo que el juicio pondrá de manifiesto que la verdad y la justicia se imponen a la mentira y al intento de manipulación del Partido Popular. Eso es lo que se ha ido preparando. Claro, llega el día de la sentencia y a nadie nos debe extrañar que inmediatamente se reúna la Comisión permanente de la Ejecutiva del Partido Socialista para analizar la sentencia por los atentados del 11 M. Lo voy a reproducir porque es el espíritu de unidad, de consenso, de llamada a la responsabilidad y de mirar adelante a lo que usted nos concita. Comisión permanente de la Ejecutiva Federal del PSOE -para nosotros es una cosa importante, obviamente, en la medida en que representa al Partido Socialista, no de forma unipersonal sino de forma colegiada y al máximo nivel-: Lo único que ha quedado claro tras la sentencia es que el autor intelectual del engaño masivo del 11 M es José María Aznar, el autor material es Ángel Acebes y los colaboradores necesarios son Mariano Rajoy y Eduardo Zaplana. Hasta ese momento, señor Rubalcaba, la única declaración que se había producido en mi partido tras la sentencia había sido la de Mariano Rajoy (El señor ministro del Interior, Pérez Rubalcaba, hace gestos negativos.) Sí, y si quiere después lo debatimos; la única. La tengo aquí y verá usted que no había ninguna referencia ni mínimamente vejatoria ni mínimamente dudosa de actuaciones de unos y otros y, por supuesto, no cuestionaba para nada, en absoluto, la sentencia de la Audiencia Nacional.
Pero con eso no bastaba, porque eso era el partido y faltaba el Gobierno. Entonces usted, para no ser menos, evidentemente el mismo día -hablamos del día 1-, convoca como ministro del Interior rueda de prensa en el Ministerio del Interior. Uno podría esperar, cuando menos, en su ingenuidad que a lo mejor usted iba a contraponerse al señor Blanco y que si él hablaba en nombre del partido usted hablaba en nombre del Gobierno; y siempre espera uno que sea más institucional el Gobierno que el partido. Pues no, usted estuvo a la altura del señor Blanco en su sectarismo y en su partidismo, insisto, después de la sentencia del 11 M; no estamos hablando de antes, estamos hablando de una vez que ya conocemos la sentencia, igual que hoy, que han pasado cinco días nada más. Tenemos todos los titulares. Rubalcaba: Le pido a Rajoy que repita conmigo: ETA no ha sido. Le pido a Rajoy que repita conmigo: ETA no ha sido. Eso es buscar la unidad, eso es buscar el consenso. Después de eso, ya vino la respuesta, como no podía ser de otra manera, del portavoz de mi grupo parlamentario, Eduardo Zaplana -sólo faltaría-, y le dijo, repita conmigo, señor Rubalcaba: Irak no ha sido. Pero fue la respuesta a su provocación. Conviene que tengamos muy clara la cronología de los hechos.
Como le he dicho, hoy Zapatero insta a polemizar solo si el PP no se calla. Además -es el colmo de la hipocresía-, el señor Blanco reclama a Mariano Rajoy que acate la sentencia judicial del 11 M sin matices. Oiga, nosotros acatamos la sentencia del 11 M absolutamente y la respetamos absolutamente, faltaría más. Pero ¿qué es eso de que sin matices? ¿Lo dice por lo de la portada de El País de hoy? ¿Lo dice porque dice que la Fiscalía se plantea recurrir la absolución del presunto inductor o autor intelectual del 11 M, El Egipcio, al que había dedicado portadas y portadas su periódico de cabecera? Que se dirija a ellos, como el señor Olabarría, pero no se dirija a nosotros. Nosotros, repito, no tenemos ningún problema con la sentencia, no tenemos ningún problema con la Audiencia Nacional. (Rumores.)
Si lo que quiere es decir… Señoría, yo he estado muy calladito cuando hablaban los demás. Le pido, por favor, señora presidenta, me amparo a su Presidencia, para que por favor me dejen hablar con tranquilidad.
La señora PRESIDENTA. Todo el mundo ha hablado mientras que han hablado los demás, pero sí ruego silencio.
El señor FERNÁNDEZ DÍAZ: Muchas gracias, señora presidenta.
Parece que el señor Blanco nos dice: Roma locuta, causa finita. Ha hablado la Audiencia Nacional, todos los demás a callar. No, todos los demás a callar, no. Nosotros acatamos y respetamos la sentencia como el que más, porque le digo una cosa, señor Rubalcaba, nosotros sí que nos creemos el Estado de derecho. Y como el 11 M tiene que ver con el terrorismo y todo lo que hoy nos convoca aquí tiene que ver con la lucha antiterrorista, a nosotros se nos puede acusar de muchas cosas, de muchas, sin duda, pero hay una cosa de la que no se nos puede acusar, y es de que en la lucha antiterrorista nunca nos salimos de la ley. Ustedes una vez, cuando estuvieron en el Gobierno, se salieron por un extremo y se fueron al GAL y otra vez se fueron al proceso de paz. Nunca, nunca han estado dentro del Estado de derecho. O se saltan el Estado de derecho por más o se lo saltan por menos. (Rumores.) Si quiere se lo repito, pero es que es así, son los hechos, qué quiere usted que le diga; y además son hechos que están acreditados judicialmente, con sentencias que llevaron a un ministro del Interior y a un secretario de Estado a la cárcel, cosa de la que yo no me alegro, pero qué quiere usted que le diga, esa es la verdad. Entonces el señor Rubalcaba aludía a conspiraciones. Si quiere que hablemos de conspiraciones en la réplica hablo de conspiraciones y créame que también vengo bien documentado. No quiero entrar en ese terreno, se lo digo honradamente, pero sepa que no tenemos ningún problema en entrar en ese terreno, señor Rubalcaba.
Señor ministro, una vez dicho que en el espíritu y en la letra de la declaración institucional que en nombre de mi partido hizo el señor Mariano Rajoy el mismo día 31 estamos ahora y estaremos en el futuro. Si de verdad ustedes quieren esa unidad y ese pasar página y mirar adelante con el que acabó su intervención, si eso va de veras ahí nos tendrá. Pero a juzgar por lo que hemos visto en estos últimos días desde la promulgación de la sentencia y lo que hemos visto hoy en el desarrollo de esta Comisión eso no es así. Es verdad que su intervención ha sido muy institucional, pero ya le he dicho que parece que sus socios le han hecho el trabajo sucio.
Señor Pérez Rubalcaba, si hemos de conseguir que el próximo 9 de marzo los españoles vayan sabiendo toda la verdad -porque eso es lo que el 11, el 12, el 13 y el 14 de marzo de hace tres años exigían- sepamos toda la verdad, miremos a la verdad y sepamos la verdad sin ningún tipo de problema. Nosotros le reconocemos un mérito, y es que usted estuvo dirigiendo la operación de utilización electoral del atentado de forma magistral entre el 11 y el 14 de marzo del año 2004. (Rumores.) Se lo digo así de claro. Usted tuvo un gran éxito porque es verdad que usted -eso no se lo discute nadie- es un hombre brillante y competente. Ojalá usted estuviera al servicio de un proyecto distinto, pero nosotros no cuestionamos su brillantez ni su valía. No hay ninguna duda de que usted tuvo éxito porque en la página 185 de este libro de don Javier Valenzuela -quien, para los que no lo sepan, ha sido director general de información internacional en La Moncloa durante los dos primeros años de Gobierno de Rodríguez Zapatero y ha acompañado al presidente el decenas de encuentros con líderes extranjeros dentro y fuera de España, etcétera- dice su autor: El político leonés -refiriéndose al presidente del Gobierno- es consciente de que en el siglo XXI bastantes de las diferencias entre política nacional e internacional se han desvanecido -y a continuación Javier Valenzuela abre comillas-; yo mismo -suele decir el señor Zapatero- gané las elecciones españolas con temas de política internacional, la guerra de Irak y el terrorismo islamista que produjo los atentados del 11-M. No lo digo yo, lo dice quien durante dos años ha sido director general de información internacional en La Moncloa y que le ha acompañado el 54 viajes internacionales. Y lo dice entrecomillado. Lo repito por si no se han enterado porque me interesa que quede muy claro. Dice el señor Javier Valenzuela poniendo entrecomilladas las declaraciones del señor Rodríguez Zapatero: Yo mismo gané las elecciones con el terrorismo islamista que produjo los atentados del 11-M.
En definitiva, lo que dice ahí el señor Rodríguez Zapatero es verdad porque lo ha dicho el CIS cuando elaboró la encuesta postelectoral correspondiente a las elecciones generales de 2004, cuando ya estaba formado el Gobierno socialista y, por tanto, el CIS estaba bajo la dependencia política de la actual vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, en su condición de ministra de la Presidencia. Conviene que lo lean; lo digo por eso de ir a las próximas elecciones sin temor a la verdad porque, frente a lo que dice el señor Rodríguez Zapatero de si sois verdaderos seréis libres, nosotros creemos que la verdad nos hará libres. Es al contrario, la verdad nos hará libres, y queremos ser libres. Pregunta 6 de esa encuesta: ¿Diría usted que el atentando del 11-M en Madrid le influyó personalmente mucho, bastante, poco o nada en su decisión de voto? El resultado es: mucho, 10,1 por ciento; bastante, 11,4 por ciento; poco, 7 por ciento; y nada, 71,3 por ciento. A continuación dice la encuesta: pasar a pregunta 6.a). Pregunta 6.a) -procede de pregunta 6; dice que se formule solo a quienes les influyó el atentado del 11-M en su intención de voto, es decir, 1), 2) o 3) en pregunta 6-: ¿Y en qué sentido le influyó? El resultado es: me animó a ir a votar ya que no pensaba ir a hacerlo, 21,9 por ciento; cambié el voto del partido al que pensaba votar, 13,5 por ciento, y sigue… ¿Sabe lo que significa eso? Esto es la verdad, lo ha dicho el CIS -lo tienen ustedes en la página web del CIS-, en su encuesta postelectoral. Lo ha dicho un organismo dependiente políticamente del Gobierno socialista. La encuesta sigue con la influencia del 11-M: Iban a abstenerse pero no lo hicieron debido al 11-M, 1.231.437 personas; cambiaron el voto debido al 11-M, 759.105 personas. Voto debido al 11-M: votaron al PSOE debido al 11-M, 1.036.444 personas; votaron al PP debido al 11-M, 144.525 personas.
Podría seguir. Por tanto, el señor Rodríguez Zapatero ha dicho que ganó las elecciones gracias al atentado -lo ha dicho él, yo no me hubiera atrevido a decir eso, honradamente- pero es que también lo dice el CIS. Por tanto, no tengamos miedo a la verdad. ¿Qué quiere decir esto? Señor Rubalcaba, que ustedes utilizaron, con éxito, el atentado terrorista entre la tarde del 11 de marzo y el 14 de marzo del año 2004 para ganar las elecciones. Yo lo que les digo, con todo el respeto, es que no pretendan ahora repetir esa historia con las elecciones del 9 de marzo y por varias razones. En primer lugar, porque esta vez no les va a funcionar, obviamente. Han pasado más de tres años y medio y ya sabemos muchas cosas. Entre ellas sabemos lo que ha dicho la Audiencia Nacional, especialmente quién mintió y quién no mintió entre el 11 y el 14 de marzo. Ha quedado muy claro en el sentencia de la Audiencia Nacional que la guerra de Irak no tiene nada que ver con el atentado del 11 de marzo. Eso lo ha dicho la sentencia de la Audiencia Nacional. ¿Me van a negar ustedes que ese argumento lo utilizaron del 11 al 14 de marzo y lo han estado utilizando en las conclusiones de la Comisión de Investigación? Si quiere me lo puede negar pero tengo aquí tengo las conclusiones y le voy a leer las diez afirmaciones que al respecto hizo el presidente del Gobierno cuando compareció ante la Comisión de Investigación el 13 de diciembre del año 2004. Tengo aquí también la trascripción literal del "Diario de Sesiones" del presidente del Gobierno en relación con la influencia o participación que tuvo la guerra de Irak en el atentado terrorista del 11-M. En las conclusiones de la Comisión de Investigación en la página 35: El apoyo del presidente Aznar a la guerra de Irak añadió más riesgo y nos reforzó como objetivo, aunque no fue el factor único que desencadenó el atentado. La guerra de Irak no es el elemento determinante del atentado del 11-M pero lo cierto es que la participación activa de España en esa contienda supuso la elevación evidente del riesgo de un atentado islamista en nuestro país. Y el presidente del Gobierno fue todavía mucho más explícito. Si quiere le puedo reproducir algunas de sus expresiones literales en esa comparecencia del 13 de diciembre de 2004 pero, seguramente, no es necesario. Si quiere en la réplica se las aclaro aunque alguna no me resisto a decirla.
La señora PRESIDENTA: Señor diputado, no le voy a quitar la palabra. Solo le recuerdo que lleva usted veinticinco minutos.
El señor FERNÁNDEZ DÍAZ: Es decir, dos menos que Izquierda Unida que tuvo veintisiete.
La señora PRESIDENTA: No, eso lo discutiremos después. Únicamente le recuerdo el tiempo que lleva consumido.
El señor FERNÁNDEZ DÍAZ: Acabo enseguida, señora presidenta.
¿Cuántos minutos llevo? ¿Veinte?
La señora PRESIDENTA: Veinticinco. Pero siga porque hemos quedado en que íbamos a ser flexibles.
El señor FERNÁNDEZ DÍAZ: En todo caso se lo agradezco, señora presidenta.
Señor ministro del Interior, declaraciones del señor Zapatero el 13 de diciembre de 2004 ante la Comisión de Investigación, página 35: El apoyo del presidente Aznar a la guerra de Irak añadió más riesgo y nos reforzó como objetivo. Aunque no fue el factor único, añadió más riesgo que desencadenó el atentado. El presidente Aznar apoyó la guerra pero no adoptó las medidas de seguridad interior correspondientes para hacer frente a la grave amenaza añadida por la guerra y derivada de su apoyo a la guerra. Resulta evidente que en las motivaciones concretas de los autores del atentado de Madrid sí influyó la intervención de España en la guerra de Irak. Y podría continuar. La Audiencia Nacional ahora no ha citado para nada a Irak. Lo cita -si quiere después lo diremos- en una página, de pasada, aludiendo a unas declaraciones de Carmen Toro Castro, en la página 655 de la sentencia: En pro de su religión -entre comillas- añadiendo que -entre comillas y en cursiva- también estaban muriendo inocentes en Irak. Esta es toda la referencia a Irak que hemos encontrado en la sentencia, por tanto, de Irak nada, que quede claro. En cuanto a la franquicia local de Al Qaeda nada. Por tanto, en la propuesta-acuerdo número 25 de la Comisión de Investigación a iniciativa del PP y con los votos de Izquierda Unida, de Convergència i Unió y de ustedes se dice: La amenaza terrorista sigue siendo muy grave para España. Aclarar la autoría y las razones de los atentados del 11 de marzo es fundamental para potenciar la lucha antiterrorista en el presente y en el futuro. Autoría y razones. Para ustedes las razones era la guerra de Irak, para ustedes la autoría remota era Al Qaeda y su franquicia local y luego los que han sido autores materiales condenados. Pero ahora la Audiencia Nacional dice que no, que de Al Qaeda nada. Además, respecto a los inductores o autores intelectuales que ha puesto en el debate -en el tapete, en el tablero- la fiscalía, resulta que han quedado absueltos.
En cuanto a las razones, repito, la guerra de Irak, nada. Por tanto si, como hemos dicho aquí, en las conclusiones aprobadas, es fundamental para potenciar la lucha antiterrorista en el presente y en el fututo aclarar la autoría y las razones ¿por qué se escandalizan de que el presidente de mi partido dijera que acatamos la sentencia, faltaría más, y apoyaremos cuantas investigaciones en el futuro se puedan hacer en orden a llegar al conocimiento de la verdad plena? Termino, ahora, señor presidente. El género periodístico de investigación está cada día más acreditado. Gracias a Dios tenemos en España libertad de expresión, derecho a la información. Supongo que nadie va a pretender establecer por decreto-ley la censura previa o prohibir el periodismo de investigación. Para nosotros, la sentencia es una muy buena sentencia. Respetamos profundamente el trabajo hecho por el tribunal, por la Audiencia Nacional, la acatamos y decimos: oiga, espero que todos hagan lo mismo, porque si lo que pretenden es utilizar esta sentencia como un boomerang contra el Partido Popular, ahí, como le he dicho, nos van a encontrar. No deseamos seguir por ese camino, pero sepan que no vamos a consentir por más tiempo, y ahora después de la sentencia mucho menos, que se siga manteniendo la infamia de que el Partido Popular utilizó electoralmente el atentado terrorista, cuando el propio señor Rodríguez Zapatero y el propio CIS han dicho que quien se benefició electoralmente fue el Partido Socialista, que gracias a ese atentado, lo dice el CIS y lo dice el señor Rodríguez Zapatero, ganaron las elecciones. Esperamos y deseamos que las próximas elecciones sean unas elecciones en las que el terrorismo no tenga nada que ver y, en todo caso, si tiene algo que ver, sea para que sepan los terroristas de todo tipo que nos tienen unidos a todos para destruirles. (Aplausos.)
La señora PRESIDENTA: Entiendo que está totalmente debatida la comparecencia. En ese caso, si los grupos no lo solicitan, no daría réplica. (El señor Fernández Díaz pide la palabra.)
El señor FERNÁNDEZ DÍAZ: Solicito un breve turno de réplica, por favor.
La señora PRESIDENTA: Si lo tienen, lo tienen todos los grupos. Lo decía por si todos los grupos estaban de acuerdo en que no hubiera réplica.
El señor FERNÁNDEZ DÍAZ: Señora presidenta, le pido un breve turno de réplica.
La señora PRESIDENTA: ¿Los demás grupos no quieren hacer uso de la réplica? En cualquier caso, señor Fernández, sí que el daría tres minutos.
El señor FERNÁNDEZ DÍAZ: Al señor Hernando solo le quiero decir tres cosas. Una, que menos mal que su ingenuidad le ha hecho traer plastificada la intervención, porque si llega a estar convencido de lo que iba a ser mi intervención, la trae esculpida en piedra. (El señor CUESTA MARTÍNEZ: es que son ustedes muy previsibles.) O sea, que no hable usted e improvisación cuando lo trae aquí plastificado, seamos un poco serios; lo cual demuestra que, por desgracia, no estábamos demasiado equivocados en cuanto al sentido de esta comparecencia. Ojala hubiéramos aludido al comportamiento del líder del Partido Conservador británico por contraposición al del señor Rajoy. Fíjese usted, cuando hubo el atentado islamista en Londres, el líder del Partido Conservador británico dijo que estaba al lado del señor Tony Blair, primer ministro, incondicionalmente. ¿Se imagina usted que el 11-M, el señor Zapatero hubiera estado incondicionalmente al lado del presidente del Gobierno de España? Estoy de acuerdo, señor Rubalcaba, en que las víctimas son las víctimas; los 192 muertos y los más de 1.850 heridos. Pero del 11 al 14, señor Rubalcaba, y eso es muy grave, ustedes nos hicieron culpables de ese atentado. No hicieron culpables políticos a los terroristas, nos hicieron culpables y responsables políticos a nosotros; eso es así y conviene que usted lo tenga presente a la hora de entender determinadas cosas que nosotros les decimos y, por tanto, hablar de lincharnos. Cuando más de 24.000 personas acosaron en la jornada de reflexión las sedes del Partido Popular, cómo puede usted decir ahora, señor Hernando, que nosotros les estamos linchando a ustedes. Sinceramente, tiene la piel muy fina. Piense lo que hicieron el 13 de marzo. O lo que hicieron antes, ¿se acuerda usted cuando lo del Prestige, que nos sacaron en manifestación por las calles, con picas, las caras de todos y cada uno de los diputados del Partido Popular, como si fuéramos asesinos, o en la época del terror de la revolución francesa? Viene usted a decirnos, de verdad, que les hemos querido linchar. Sinceramente, mírense en el espejo y después digan y piensen si se pueden decir determinadas cosas. En cuanto a lo que ha dicho que nosotros hemos puesto en cuestión el honor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y que hemos llegado a hacer llorar a algún general. Sobre ese tema, me remito a dos cosas. Una en la página 546 de la sentencia, donde dice: No corresponde a este Tribunal, por exceder el objeto procesal, valorar otros aspectos diferentes de los que son objetos del enjuiciamiento, como el seguimiento de esa información, su transmisión a la Comandancia de Asturias o la conversación telefónica etcétera. Tampoco forma parte del ámbito objetivo de esta resolución adjetivar la actuación de unos u otros, pues no son sujetos pasivos de este proceso, habiendo sido investigados por la Dirección General de la Guardia Civil. Por tanto, no diga usted que ha dicho una cosa u otra la sentencia. La sentencia no ha entrado en ese tema, quede claro. He leído literalmente lo que dice la sentencia. Por último, señor Rubalcaba, dice usted ¿por qué en los procesos contra ETA nunca se ha buscado autor intelectual y lo buscan aquí? La que lo ha buscado ha sido la fiscalía. Estoy seguro de que en los numerosísimos procesos a los que han sido sometidos tantísimos terroristas de ETA, la fiscalía no ha puesto sobre la mesa la figura del inductor o del autor intelectual del tal o cual atentado; y ahora vemos que la fiscalía -antes dije el Chino, me he equivocado, era el Egipcio, supongo que me sabrán disculpar- si lo hace nos parece muy bien, y si no lo hace, también, es decir, esto forma parte de sus competencias pero, en todo caso, puso sobre la mesa, en el juicio, la figura del inductor intelectual. Yo creo que en el caso de ETA nadie se plantea inductores o autores intelectuales. Aquí sí, por algo será, en todo caso, usted me ha preguntado y yo le contesto, oiga ¿por qué en el caso de ETA no nos planteamos en los juicios estas cosas? Dígaselo a la fiscalía, es la fiscalía la que lo ha planteado aquí y no lo ha planteado en los procesos de ETA. Nos dice usted que tenemos obsesión electoral. Simplemente sucede que esos atentados pasaron en vísperas de unas elecciones, que condicionaron el resultado electoral; y sucede que estamos a cuatro meses de unas elecciones, y nos gustaría sinceramente, no se lo digo ni con rodeos productivos ni con elipsis, señor Rubalcaba, se lo digo como soy capaz de decirlo, intento ser lo más claro y preciso que puedo y sé.
Yo le digo: deseamos claramente que no se vuelva a reproducir en la próxima jornada de reflexión del 8 de marzo una situación como la que se produjo el 13 de marzo, cuando las sedes del Partido Popular estuvieron rodeadas en muchos sitios de militantes, con una cifra estimada de 24.000 en el total de España, acosando y coaccionando a los militantes del Partido Popular, y a los votantes del Partido Popular, en la jornada de reflexión. No deseamos que eso se vuelva a reproducir y le decimos que quede claro que eso no se puede reproducir. Celebro que usted diga que está por la unidad, que está por pasar página, que usted está más por lo que ha dicho hoy que por lo que dijo el día 1 y más por lo que ha dicho hoy que por lo que dijo el señor Blanco el pasado día 1, en esa famosa comparecencia tan constructiva, tan respetuosa, tan institucional, en la que nos acusó de inductores, cooperadores necesarios, autores materiales y autores intelectuales, a toda la cúpula del Partido Popular. Si efectivamente se trata de luchar unidos por el terrorismo, ahí nos tiene. Usted fue uno de los promotores del Pacto Antiterrorista firmado el 8 de diciembre del año 2000. La resolución de mayo del año 2005, subsiguiente al debate del estado de la Nación de ese año, parece que condicionó –literalmente, por no decir trituró- la literalidad del Pacto Antiterrorista. Yo contesto así a la pregunta que le hacía el señor Olabarría, pero fueron ustedes quienes cambiaron de socios en la lucha antiterrorista. Hasta ese momento tenían por socio principal al Partido Popular y pasaron a tener a Esquerra Republicana y a Izquierda Unida, que se habían opuesto radicalmente al Pacto Antiterrorista. Yo le he contestado. Si usted, a partir de ahora, quiere volver a la unidad del Pacto Antiterrorista, ustedes fueron los que se salieron de él, nosotros seguimos donde hemos estado siempre: apoyando claramente al Gobierno. No para negociar con los terroristas, no para supuestos procesos de paz, sino para derrotar al terrorismo, (Rumores.) que es lo que dice en el espíritu y en la letra el Pacto Antiterrorista que usted promovió y prácticamente firmó. (Varias señoras y señores diputados: ¡Muy bien!)
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